lunes, 24 de noviembre de 2008

¿EXISTE EL ALMA?

En un blog, un católico practicante afirmaba que "la ciencia sólo puede hablar con autoridad de lo que se puede tocar, pesar o medir y, por lo tanto, el alma cae totalmente fuera de su esfera de conocimiento".

Como todo el mundo sabe, "alma" es de origen latino, viene de "anima" y se definía como aquello que hace a los seres vivos, seres "animados", dotados de ánima o dotados de alma. El mismo origen tiene la palabra "animal"; por lo tanto, se les consideraba dotados de alma al igual que a los humanos.

Desde este punto de vista, aunque la ciencia no la puede tocar, pesar o medir, si que puede tener constancia de su existencia a través de los siguientes requisitos:- El alma el algo que tienen los seres vivos.

  • El alma es algo de lo que carecen los seres muertos
  • Luego se puede definir al alma como: La diferencia que hay entre un ser vivo un segundo antes de morir y ese mismo ser vivo un segundo después de morir.

Al caer el alma en manos de los cristianos, se la negaron a los animales y la reconocieron como "hecha a imagen y semejanza de Dios" (Dios hizo al hombre con un alma a su imagen y semejanza y con un cuerpo a imagen y semejanza al de los chimpancés).

¿Podría la ciencia constatar la existencia de este "alma cristiana", sin tener que tocar, pesar o medir, como ha hecho con el "alma greco-latina"?. Pues planteemos unos requisitos como lo hemos hecho anteriormente:

  • El alma es algo que tiene el hombre; como Stalin o Hitler,
  • El alma es algo que tiene el hombre; como Gandi o Luther King
  • El alma es algo de lo que carecen los animales
  • El alma es algo hecho a imagen y semejanza de Dios.

Si analizamos detenidamente esto, llegamos a la conclusión de que el alma cristiana no existe, porque sería imposible que cumpla las cuatro condiciones anteriores. Por todo ello se puede considerar la invención del alma como un pretexto, vacío de contenido, para considerar a los humanos "seres especiales", "seres elegidos".

Además, los defensores del alma se apoyan en la dificultad de la demostración de su inexistencia; por eso se atreven a afirmar que después de la muerte física el alma perdura; sin embargo imaginemos un accidente que conlleva un daño grave al cerebro; el cuerpo está vivo ¿donde está el alma?. Se supone que el hombre, a diferencia de los animales tiene alma; ¿donde está en las personas cuyo daño cerebral les impide incluso sentir?. Esto demuestra que el alma no es "algo" que Dios nos proporcionado a diferencia de los animales; si no que, de existir, es producto del cerebro y cuando no hay cerebro, no hay alma.

No hay cuerpo y alma, hay cuerpo y mente.

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